Podría comerse el hilo, pero no la carreta

Foto: Internet

 Por: Nelson Lombana Silva

A pesar de la incomunicación mediática, el pueblo colombiano está indignado por la forma miserable como un amplio sector del Congreso, se ha opuesto descaradamente a las Reformas que lo beneficia y que viene liderando el primer presidente democrático y popular. La sarta de mentiras no ha logrado distraer al grueso del pueblo colombiano. Por eso, está dispuesto a continuar la batalla en las calles y los caminos de la explotada y sufrida república.

La Consulta Popular no cayó porque favorecía al presidente y perjudicaba al pueblo. Todo era al revés y la inmensa mayoría lo ha entendido así a pesar de toda la parafernalia mediática. Sabe el pueblo que esa manada de infames congresistas, mienten descaradamente. Por eso, está dispuesto a pelear hasta las últimas consecuencias. Es la razón poderosa para estarse organizando alrededor del Cabildo Abierto.

La truculenta historia dizque de revivir la reforma laboral, no era más que un sofisma de distracción para atrapar incautos y de paso bajarle intensidad al bochornoso suceso de hundir dicha Consulta Popular, tratando de que el impacto fuera menor. El pueblo pudo comerse el hilo, pero no la carreta, porque supo interpretar claramente la sucia jugada trazada por debajo de la mesa por estos maleantes de saco y corbata. Quiso esta manada embustera envolver el pueblo una vez más con cantos de sirena, pero el pueblo sigue despertando, tal como lo hizo durante el estallido social, teniendo claro quien dice la verdad y quien dice la mentira.

El momento es de ebullición, de movimiento, de unidad y de organización, donde la izquierda y el progresismo deben prodigarse a fondo, para interpretar el momento histórico y conducirlo a puerto seguro. Nada de vacilaciones y pequeñeces. El espíritu nacional que busca liberarse de más de doscientos años de opresión y represión de una casta liberal-conservadora, confía en la decisión revolucionaria del pueblo soberano y protagonista de la historia.

Erradicar la violencia, la explotación del hombre por el hombre, el analfabetismo político y el individualismo, son tareas prioritarias que hay que asumir con grandeza y decisión, siempre unidos con amplia generosidad y conciencia social y de clase. El esfuerzo que viene haciendo el pueblo debe ser recompensado más temprano que tarde.

La lucha popular, ambiental, juvenil, sindical y demás, se deben concatenar con la lucha política. Resulta importante luchar por reivindicaciones. No obstante, es más importante luchar por el poder, de tal manera que en el futuro próximo el pueblo sea la clase dominante.

Se ha demostrado hasta la saciedad que el pueblo es el que produce riqueza, la clase obrera concretamente, pero quien se viene apoderando leoninamente de la ganancia es la burguesía parásita, la que realmente no produce nada. Es por eso que un obrero cada vez es más infeliz, mientras el patrono cada vez más feliz. ¿Por qué? Porque cabalga sin vergüenza sobre la escuálida espalda del pueblo.

En todo este emocionante proceso de liberación que está librando el pueblo colombiano, se debe contar siempre con la formación política e ideológica para que el pueblo comprenda la dinámica y asuma posición clara y consecuente. En este espacio juega papel destacado y relievante los medios alternativos de comunicación. No entiendo por qué hay líderes de izquierda que desconocen el papel trascendental de la página web: www.pacocol.org o el semanario VOZ La verdad del pueblo. Esta página virtual de la cual me considero cofundador, colaboré con decisión y pese a haber sido censurado últimamente, no dejo de valorar su importancia en estos momentos de lucha y esperanza.

En estas condiciones históricas, hay que profundizar la resistencia, definiendo estrategias novedosas que impacten en la masa. Nada de hacer pausa. A la carga, diría Gaitán, porque el futuro es nuestro.