lunes, 31 de enero de 2022

En Cartagena de Indias, El imponente Castillo de San Felipe


 Por Nelson Lombana Silva

La heroica e histórica Cartagena de Indias conserva impertérrita el imponente Castillo de San Felipe de Barajas, gigantesca mole construida en 1657, siendo ocupado inicialmente por el barón de Pointis en 1697.



Tuvimos la oportunidad de recorrer su estructura de un extremo al otro, el 14 de enero de 2022, bajo una luna espléndida de sol, dulcemente suavizada por la brisa marina.

Desde su máxima altura, la imponente Cartagena de Indias, con todos sus encantos, se divisa en la distancia con esplendor mágico.

La obra se encuentra en el cerro San Lázaro, al oriente del centro histórico. Una obra promovida por el gobernador de esta ciudad, Melchor de Aguilera en 1639. Éste encargó la obra al maestro Juan Mejía del Valle. Pero, la tramitología cercenó la posibilidad y, fue en el gobierno departamental de Pedro Zapata de Mendoza, donde la obra se cristalizó. El nombre del castillo fue en homenaje al rey Felipe IV.   

El primitivo castillo San Felipe, tipo “bonete”, se terminó de construir en 1657, siendo ocupado durante un largo período de tiempo por Jean Bernard de Pointis, militar comandante de la armada francesa y, a su vez, corsario, quien participó en la guerra de la Liga de Augsburgo y en la guerra de sucesión española, en 1697.

La fortaleza sirvió más adelante para proteger la ciudad del agresivo ataque del almirante inglés Edward Vernon en 1741, quien absolutamente convencido de su victoria, se anticipó con bastante antelación a fundir 35 medallas, en las que aparecía el jefe de Cartagena de rodillas entregándole la espada al agresor y colocándose a su servicio, con una leyenda que decía: I took Cartagena”.

La magna defensa estuvo a cargo de Blas de Lezo, verdadero héroe cartagenero, que a pesar de sus limitaciones físicas estuvo a la altura de los acontecimientos, porque había perdido una vista, una pierna y un brazo en otro combate sostenido. Sin embargo, puso en retirado al inglés, que atacó la ciudad con 26 mil hombres y más de 170 barcazas.

La fortificación consta de una serie de murallas con bases muy amplias que se angostan hacia sus parapetos, constituye un formidable bunker geométrico. Las baterías y parapetos no apuntan hacia la plaza fuerte, sino que se cubren entre sí, de modo que hacían prácticamente imposible la toma de una batería sin tomarse todo el sistema defensivo. Una obra militar de arte.

Al parecer, los enormes bloques de piedra con que se sostiene, fueron extraídos de los arrecifes coralinos de las costas aledañas y, llevados por esclavos hasta el cerro. Recordemos que Cartagena además de ser un apreciado botín, también fue un puerto de tráfico de esclavos negros.

“Estos bloques de piedra caliza fueron luego pegados con una mezcla de calicanto y sangre de buey, aunque la leyenda dice que también se utilizó sangre de esclavos. Cierto o falso, los actuales ingenieros han establecido que la sangre sólo se utilizó para la construcción de cisternas y otras obras que requerían impermeabilización”.

“Los constructores españoles dotaron y concibieron el castillo de diversos sistemas defensivos de manera que se aseguraran su impenetrabilidad. Así, las murallas del castillo no fueron levantadas de manera perpendicular al suelo, sino inclinadas hacia el interior del mismo, a fin de que las balas de los cañones enemigos rebotaran sin causar mayores estragos a la construcción”.

“Por su parte los cañones del castillo, ubicados en sitios estratégicos, tenían en su mira toda la bahía, de manera que cualquier embarcación sospechosa que atracara podía ser el blanco de sus balas”.

“A ello se suman las cárcavas, las cuales atraparían a cualquier intruso que intentara penetrar escalando las laderas de sus murallas; los aljibes y profundos fosos que impedían su acceso”.

“Los túneles para desplazarse sin ser divisado por el enemigo; los cuarteles subterráneos con capacidad para 350 hombres; y los depósitos de armas y alimentos, aprovisionados para resistir varios meses de asedio exterior. El visitante puede explorarlo caminando por sus inusitados declives, pendientes rampas, túneles y estratégicos puestos de artillería”.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario