martes, 4 de enero de 2022

2022, el año de la vida y la esperanza

 


Por Agamenón

A pesar de la cruda adversidad que este régimen ofrece al pueblo colombiano a partir de la violencia, la carestía, el alza de impuestos, el galopante desempleo, la corrupción y el narcotráfico, este será un año de lucha por la vida y la esperanza, a partir del desarrollo y concreción en las urnas del Pacto Histórico. Es una luz al final del túnel, para comenzar un nuevo proceso histórico en el pueblo colombiano.



Derrotar el miedo, la mentira y la demagogia de la clase dominante, será fundamental para comenzar a escribir la historia de los vencidos, de los pobres, de los descamisados de esta sufría y explotada patria. No es fácil. Sin embargo, hay la firme convicción de poder llevar a la casa de Nariño a uno del montón: Gustavo Petro Urrego, nombrar un Congreso decente para lo que se necesita por lo menos cinco millones de votos, pero también una cámara de representantes por el Tolima, en cabeza de la profesora universitaria, 106 en el tarjetón, Martha Alfonso Jurado.

No se puede hacer pausa, los días se van tan rápido como el viento fugaz. Estamos a menos de setenta días de las elecciones parlamentarias y las consultas populares. El podrido régimen viene inundando el ambiente de dinero mal habido (narcotráfico y coimas), atemorizando y mintiendo. Esta maldita parafernalia hay que derrotar con la fuerte movilización del pueblo a las urnas.

Ya se produjo la primera masacre de 2022 en Colombia. El escenario: El martirizado departamento limítrofe de Arauca. En diversos hechos, se habla de 17 personas asesinadas. El gobierno repite cínicamente el mismo libreto: “Enfrentamiento entre las disidencias de las Farc y el ELN”. Eso hace que el analfabeta pueblo aplauda, pero la realidad es bien distinta, porque en realidad lo que se fomenta allí es el terrorismo de estado, para luego presentarse candidatos del establecimiento como “salvadores”. Es el mismo y doloroso libreto de la oligarquía liberal-conservadora que seguramente el pueblo colombiano rechazará con fuerza en esta contienda electoral.

Según información periodística alternativa, en Saravena (Arauca), la masacre dejó a cuatro personas sin vida, en el corregimiento de Puerto Contreras; en la isla de Charo, tres personas que oscilaban entre los 25, 35 y 50 años, cerca de la ribera del río Arauca; en el Mordisco y Puerto Nidia, municipio de Fortul (Arauca), fueron asesinadas cuatro personas más. Se habla de seis personas asesinadas en el corredor vial entre Fortul y Tame, información aún no confirmada.

En el 2021, bajo el gobierno del Centro Democrático, se presentaron 93 masacres en distintas regiones del país. Crímenes que reposan en la impunidad de un régimen que navega en la sangre del sufrido y explotado pueblo colombiano. Debemos decir basta, no más gobiernos de la muerte, es hora de tener gobernantes que hablen y luchen por la vida, tal como lo consigna el programa del Pacto Histórico. Como diría Gaitán: “¡A la carga!”

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