lunes, 23 de septiembre de 2019

El escritor William Ospina lanza su reciente novela en su tierra natal

Por Nelson Lombana Silva

El escritor tolimense de renombre internacional, William Ospina, presentó en su departamento la más reciente novela intitulada: “Guayacanal”, que recoge la historia familiar y está completamente comprometida con el paisaje, las costumbres, la historia y la idiosincrasia de la región, especialmente del norte del Tolima de donde es oriundo.


La presentación del libro y del escritor, la hizo el también destacado escritor tolimense, Carlos Orlando Pardo, quien dijo: “Es la novela de la familia de William Ospina, la primera novela con tono muy personal como dicen los escritores, puesto que sus otros libros lejos están de involucrar este tema. Y aquí se encuentra de tiempo completo desde los bisabuelos, los abuelos, los padres, los hermanos y el ambiente de la novela lo va dando, no solo un título, sino también la fotografía que acompaña la portada color serbia que por el fondo de montañas y el retrato de los familiares que aquí se dibujan está como pintado el abrebocas del fondo que el autor va a dibujar en la novela”.

Por su parte, el autor de la novela Guayacanal, dijo: “Escribir para mí este libro siempre fue un deseo, pero hace poco se convirtió en una necesidad. Yo sabía que se iba a llamar Guayacanal que es el nombre de la finca de nuestro bisabuelo. Yo quería escribir este libro porque quería que esta historia se contara. No sentía la necesidad porque ahí estaban mis padres, mis tíos que conservaban estas historias que las volvían a contar en las reuniones familiares, con una gracia que difícilmente se siente cuando se escribe, porque el arte narrativo, el arte oral de nuestro pueblo es extraordinario y hubo por ejemplo épocas en que la gente sabía contar historias con una gracia, con una alegría, con una picardía, con una travesura maravillosa. Uno de los personajes que evoco en este libro, me llenó a mí la vida de alegría con sus relatos”.

Esta obra de literatura evoca momentos de su vida  familiar con suma intensidad, no es una novela histórica por cuanto recoge algunos hechos significativos de sus familiares y del entorno. Es de anotar que William Ospina es de Padua, una vereda del municipio de Herveo, al norte del departamento del Tolima.

El lanzamiento fue bastante concurrido. En horas de la mañana el escritor presidió y dirigió un taller de literatura con bastante éxito también.

Al cabo de su intervención, varios interrogantes o preguntas salieron del auditorio, las cuales fue contestando el autor de varios libros como el País de la Canela, La Franja Amarilla,  Guayacanal, etc.

Al responder la pregunta sobre el contenido de La Franja Amarilla, William Ospina criticó duramente la postura política (politiquera, mejor) de la clase dominante: “Es rendirle un homenaje a una muchedumbre anónima que nos ha engendrado a todos nosotros, que nos propuso la posibilidad de un país, antes de que llegara la terrible violencia “política” de mediados del siglo XX, que arrasó con ese mundo campesino y, antes de que llegara esa época, en que sobre todo gracias a las artes terribles de la política, nos enseñaron que este mundo no era para habitarlo sino para buscar a quien odiar y la verdad es que Colombia necesita desesperadamente reencontrarse con esos relatos de comunidad que nos permita otra vez convivir en una tierra tan bella y dejar de creer en el destino que medio país siga odiando a medio país”.

Agregó: “He querido rendirle este homenaje a esa época de nuestro país, a sus canciones y rescatar los álbumes familiares, algunas fotografías”, señaló.

También habló de la paz, afirmando que en Colombia cada quince años se hace un proceso de paz, que el Estado debe firmar acuerdos pero cumplirlos: “Colombia es el país de los procesos de paz, cada quince años se hace uno. Hubo un proceso de paz en el año 53 cuando se desmovilizaron los guerrilleros liberales, y después hubo una cosa que podemos llamar proceso de paz que se llamó: El Frente Nacional, un armisticio entre los liberales y los conservadores, cuyos odios habían ensangrentado el país por décadas. El Frente Nacional terminó en el año 74 y quince años después estábamos en un nuevo proceso de paz con el M-19; quince años después ya estábamos en el proceso de paz de desmovilización de los paramilitares y de las autodefensas, después estábamos en el nuevo proceso de paz de la desmovilización de las FARC…Todos nos estamos preguntando, cuándo será el siguiente proceso de paz  de una cadena que parece repetirse interminablemente y que nos obliga a preguntarnos algunas cosas: La primera: Yo estoy de acuerdo con la desmovilización de los guerreros, de los insurgentes, de los rebeldes y de los criminales, me parece que es importante que haya diálogo y desmovilización de sus ejércitos. Pero es importante que el Estado celebre unos pactos y unos acuerdos y los cumpla a cabalidad. Y me parece muy importante que los desmovilizados cumplan los acuerdos a los que se comprometieron”.

El destacado escritor colombiano se declaró partidario de la paz y del diálogo con compromiso. Sin embargo, se preguntó: “¿Qué tenemos que hacer para no estar haciendo procesos de paz cada quince años? ¿Cómo vamos a hacer para que este país encuentre el camino de una reconciliación que haga que no tenga que haber cada tanto tiempo una nueva insurgencia, unos nuevos paramilitares, unas nuevas bandas criminales, asolando el territorio y creando la zozobra en el país entero?”

Los asistentes aplaudieron la presentación del libro y las reflexiones que hizo. Una nueva novela para disfrutar nace gracias a la mente prodigiosa de este escritor tolimense, colombiano y latinoamericano.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario