Agresión a Cuba ¿Obra de quién?

 

La contrarrevolucionaria cubana en Estados Unidos, Rosa María Payá Acevedo. Foto: Religión en Libertad

Por Nelson Lombana Silva

¿Qué está pasando en Cuba? ¿Quién o quiénes están detrás de los últimos acontecimientos? ¿Qué intereses hay de por medio? Hay una nueva agresión infame contra el pueblo cubano, contra su gobierno y contra la revolución socialista. Afortunadamente, los medios alternativos nos permiten conocer de primera mano lo que sucede en la isla de la libertad y no como venía sucediendo en otros tiempos que teníamos que someternos a la única versión mediática del imperialismo norteamericano y la burguesía nacional.

 

Caracol, RCN, El Tiempo, El Espectador, la revista Semana, etc, sometían y someten con su discurso único, cargado de mentiras y de inclinaciones políticas al lado del régimen imperialista, a un pueblo analfabeta político y atemorizado por el terrorismo de Estado. Hay una ventanita crítica que bien se aproxima a la realidad y se llama: Medios Alternativos de Comunicación.

Gracias a ellos, hoy tenemos una versión distinta de estos acontecimientos, que nos permiten develar el fondo y de quienes están detrás manipulando y tratando de dimensionar los hechos con inmensas mentiras a través de desvergonzados montajes mediáticos. Bien dice el dicho popular: “Cae más fácil un mentiroso que un cojo”.

Situación cubana

La situación mundial que vive la humanidad es bastante compleja y difícil. Hay un modelo económico mundial depredador por excelencia, basado en la corrupción y en la burda explotación del hombre por el hombre. Tiene nombre propio: Capitalismo neoliberal. Esa es la causa concreta y principal. Pero, también asistimos a una profunda crisis humanitaria por la pandemia del Covid – 19 o Coronavirus, crisis mal manejada porque no se ha puesto en el centro la condición humana, sino el interés económico de la gran burguesía.

Dicho sea de paso, en Colombia, el Centro Democrático, ordenó al debilucho presidente de la república, Iván Duque Márquez, financiar y refinanciar al sector bancario, las multinacionales y transnacionales, dejando a su suerte a miles y miles de microempresas y, desde luego, al pueblo humilde y desamparado. Es decir, el presidentico fue consecuente con el régimen capitalista, que coloca en el centro el dinero y en un segundo plano la condición humana.

La república de Cuba no es ajena a esa situación internacional, porque así tenga un sistema Socialista no es una isla en el concierto internacional. Por el contrario. La situación se hace más compleja en la isla por el brutal, inhumano y demencial bloqueo económico, financiero y comercial, decretado unilateralmente por la potencia imperialista de Estados Unidos. Una medida desproporcionada hace más de 60 años y que con el transcurso de los años, se ha profundizado. El proyecto criminal de Estados Unidos es rendir al pueblo cubano por física hambre. Es tan brutal el bloqueo que no se ha contentado con ejercerlo desde este país a noventa millas, sino en todos los países del mundo que tiene negocios y cierto dominio. Estas empresas no pueden venderle a este país caribeño ni una aguja, que sería lo mínimo.

Pero, no contento con esta criminal política, Estados Unidos, usando sus medios masivos de comunicación regados por todo el mundo capitalista, aparece como el gran abanderado de los Derechos Humanos y la Libertad. ¡Qué cinismo! Sin un milímetro de respeto por la verdad, señala que en Cuba no se respeta los derechos humanos, no hay libertad y el pueblo se está muriendo de física hambre. Sin sonrojarse sindica al sistema Socialista y a los Castro. Dice que allí, se le rinde culto de admiración al terrorismo internacional y cualquier otra cantidad de sandeces que dichos medios de comunicación repiten insistentemente, hasta que el pueblo alienado y desinformado termina creyéndolo.

Así, pues, si realmente Estados Unidos, sintiera de verdad el drama del pueblo cubano, sus dificultades y sus limitaciones económicas, solo con suspender el brutal bloqueo y cancelar la indemnización por este concepto, la isla respiraría con más amplitud y sosiego. Pero en realidad, esas supuestas “lágrimas  del tío Sam” son de cocodrilo, por cuanto su real interés es colocar nuevamente a la isla de rodillas y convertida en prostíbulo de los gringos como era antes del triunfo de la Revolución Socialista, ocurrida el primero de enero de 1959.

¿Quiénes están detrás de la actual agresión?

El imperialismo no duerme ni renuncia a doblegar al pueblo cubano, a su gobierno y a su revolución socialista. Por estos días, los grandes medios de comunicación, irrumpieron con el escándalo de que el pueblo cansado y muerto de hambre, se había rebelado contra el gobierno cubano. Una tempestad huracana de desinformación se regó por el mundo incluso, antes de que realmente se produjeron los hechos. Sí, así como lo oye y lo lee: Antes de que sucedieran los acontecimientos novelescos.

El cerebro de la agresión en esta oportunidad corrió por cuenta de la fundación “para la democracia panamericana”, que dirige la contrarrevolucionaria cubana en Estados Unidos, Rosa María Payá Acevedo. El libreto está a manos de esta fundación, que se ha creado con el único propósito de hacer fracasar el Socialismo en la isla de la libertad.

Rosa María Payá Acevedo, es una avezada contrarrevolucionaria, hija de Oswaldo Payá y Ofelia Acevedo. Oswaldo, fue jefe de un movimiento religioso, quien murió en un accidente involuntario de Ángel Carromero, el 22 de julio de 2012, pero que Rosa María, no tuvo empacho en responsabilizar al gobierno cubano. Tiene dos hermanos: Oswaldo José y Reinaldo Isaías. En licenciada en física. También adelantó estudios de fotografía. Nació el 10 de enero de 1989, en la Habana (Cuba).

Junto con los demás “gusanos contrarrevolucionarios” de Miami, Rosa María ha dedicado todas sus energías en contra de la revolución cubana. Se mueve entre la crema de la extrema derecha fascista. Para ello, ha organizado dicha fundación supuestamente de derechos humanos, cuyo eslogan es: “Cuba decide”.  En 2014, criticó duramente al presidente Barack Obama por su intento de suavizar las relaciones diplomáticas con la isla. Su fundación es una de las más poderosas de los Estados Unidos. Tiene contactos directos con lo más reaccionario de las naciones unidas, el parlamento europeo y personajes siniestros del continente como Leopoldo López, su mujer Lilian Tintori, el gobierno chileno, etc. Ha tenido amplio espacio en las Naciones Unidas para agredir a su misma patria.

En diciembre de 2015, fue elegida presidenta de la red latinoamericana de jóvenes por la democracia, en congreso que se llevó a cabo en Costa Rica, aprovechando el espacio para profundizar su vergonzosa actividad contrarrevolucionaria. Es considerada por amplios sectores democráticos, mercenaria al servicio de Estados Unidos. En este año estuvo en la hermana República Bolivariana de Venezuela, en solidaridad con el bandido Leopoldo López.

Es más: En 2017, se dirigió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump solicitando que “presione firmemente al gobierno cubano para que responda a los reclamos de su pueblo por primera vez en 60 años”. Ha mantenido directa comunicación con el triste célebre, Luis Almagro de la organización de los estados americanos (OEA).

Según investigación documentada de periodista peruano, Rosa María Payá Acevedo, armó todo el show mediático y comenzó a difundirlo antes de darse los sucesos en la isla. Mentirosamente informó: “Confirmado que al menos 45 ciudades y pueblos de toda Cuba, incluyendo la Habana y capitales de provincia, salieron a manifestarse. Estamos hablando de cientos de miles cubanos en toda la isla exigiendo el fin de la dictadura”.

Agregó: “La respuesta de la dictadura ha sido una vez más la violencia y la represión. Las boinas negras son personas entrenadas para matar. Están desplegados desde la madrugada de ayer. Nos han dicho que hay cinco muertos en Santiago de Cuba y 56 detenidos”.

Tremenda mentira una tras de otra. Solo en doce lugares de Cuba se habría presentado la protesta y la mayor no superó las quinientas personas. De igual manera, los supuestos vídeos  fueron manipulados, movilizaciones de otros países y voces interpolados supuestamente exigiendo libertad. En resumen: Montaje.

El gobierno cubano, en cabeza del presidente Miguel Díaz-Canel, no desató vandalismo militarista como sucede en Colombia con el Esmad y el paramilitarismo, tampoco delegó responsabilidades, personalmente asistió al principal sitio de concentración y debatió con claridad la real situación por la cual está atravesando la patria de Martí y de Fidel Castro.

Es más: Convocó al pueblo a salir a defender la revolución y el pueblo salió, pero no a agredir a esos pocos mercenarios, sino a debatir, a argumentar y a proponer salidas plausibles. Claro, desde luego, de esto no dice nada esos grandes medios masivos de comunicación.

Solidaridad con Cuba

Ante estos hechos deplorables del imperialismo norteamericano, la respuesta mundial debe ser la solidaridad con el pueblo, con el gobierno y con la revolución socialista. Además, intensificar la denuncia y el llamado a que cese el brutal e inhumano bloqueo económico, financiero y comercial contra la isla antillana por parte de Estados Unidos y sus socios. Esta es una medida anacrónica y medieval que merece todo el repudio de la comunidad internacional, como efectivamente, ha venido sucediendo en las Asambleas de las Naciones Unidas. Hay que acoger con beneplácito el principio internacional de la libre autodeterminación de los pueblos. Por eso, también aprovechamos para rechazar el bloqueo contra la hermana República Bolivariana de Venezuela. Es indigna esta práctica por el considerado coloso del norte: Estados Unidos.