Carlos Antonio Lozada, senador de la república por el Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), dijo que el presidente Iván Duque Márquez no va a poder hacer trizas los acuerdos de paz concebidos en los diálogos de la Habana, entre la entonces FARC – EP y el Estado, firmados en el teatro Colón de Bogotá, en noviembre de 2016.
A pesar de las serias dificultades que a diario se presentan, básicamente por el incumplimiento del Estado, el dirigente del Común, se muestra optimista, llamando a los militantes de su organización y al país en general, a no sucumbir en el pesimismo y la incertidumbre.
En ese sentido, señala: “Es una equivocación creer que simplemente por la firma del Estado, va a cumplir. La experiencia histórica demuestra que lo que los pueblos no conquisten en la lucha, las clases dominantes no se lo van a dar”.
Se declara optimista al decir que “el acuerdo de la Habana va a terminar imponiéndose”. Agrega: “Nosotros creemos que la paz es algo que debe imponerse y por lo tanto, requiere de la organización y de la movilización de las mayorías nacionales”.
En relación con la racha de asesinatos que se vienen sucediendo en el país, entre ellos, por lo menos 60 ex guerrilleros, el senador de la república considera que no se puede hablar propiamente de un plan sistematizado desde el Estado en contubernio con el militarismo y el paramilitarismo. A su parecer tiene que ver en algunos casos a que algunos ex guerrilleros se han dejado absorber por la delincuencia común. “En eso – dijo – hay que ser responsables”.
De igual manera, el ex comandante fariano, se refirió a la postura asumida por el también ex comandante fariano Iván Márquez de no posesionarse como senador de la república. Dijo que en los próximos días habrá un pleno nacional de esta fuerza política para estudiar todas las dificultades que se vienen presentando. Aunque señaló que el Partido siempre se guía por decisiones colectivas y no individuales. De esta manera criticó la postura de Iván Márquez.
El senador Carlos Antonio Lozada, concedió el siguiente reportaje a la página web: www.pacocol.org en el marco del 16 congreso de la juventud comunista, realizado en Ibagué (Tolima), del 17 al 20 de agosto:
- Bienvenido al XVI Congreso de la Juventud Comunista. ¿Qué expectativas tiene usted acerca de este evento?
Para nosotros llegar a la instalación del Congreso de la Juventud Comunista, significa la posibilidad de escuchar la voz de la juventud revolucionaria colombiana, que indiscutiblemente está llamada a jugar un papel fundamental en esta etapa de transición que se abrió luego de la firma de los acuerdos de paz. Es una etapa bastante compleja y que por lo tanto demanda las mejores energías del país, que indudablemente están representadas en la juventud.
- Hablemos de paz: El pueblo colombiano quiere la paz, pero camina hacia la violencia. ¿Cómo ven usted esta gran contradicción y paradoja?
Nosotros creemos que el proceso que se abrió luego de la firma de la Habana, va a terminar imponiéndose. Creer que la culminación de la guerra y el tránsito hacia la consolidación de una paz estable y duradera iban a ser un proceso sencillo, que la clase dominante colombiana, iba a permitir ese tránsito sin mayor traumatismo, simplemente por la firma de los acuerdos, es una equivocación.
Nosotros creemos que la paz es algo que debe imponerse y que por lo tanto requiere de la organización y de la movilización de las mayorías nacionales. Eso significa que nosotros, realmente no estamos pesimistas a pesar de los problemas. Creemos que esta paz va a terminar imponiéndose, pero, indudablemente, requiere unidad y movilización.
- Pero, lo que estamos viendo es la reedición del genocidio contra la Unión Patriótica. Son muchos los guerrilleros desmovilizados asesinados. ¿Cuál es su valoración sobre este tema?
Nosotros queremos ser cuidadosos y serios en el manejo de esas realidades. La verdad que no tenemos los elementos suficientes para decir que hay, como sucedió en la década de los 80s, un plan direccionado desde el Estado, con una participación sistemática de los altos mandos militares, de las unidades militares, en coordinación con unidades paramilitares.
Hasta el momento, hay indudablemente, más de 60 casos de ex guerrilleros asesinados, pero hay que decir que analizando las circunstancias encontramos, con que hay una diferencia con respecto a lo que sucedió en la década de los 80s, tenemos que decir con toda responsabilidad que hay algunos casos, no todos, en los que tenemos que reconocer que se debe a vínculos de ex combatientes con la delincuencia y que se han dejado absorber por actividades ilícitas, los que los ha llevado a ser asesinado, sin que esto justifique que se cometan asesinatos de ningún tipo, pero sí queremos ser serios y responsables con el país para no enviar señales equivocadas de lo que realmente está sucediendo.
- ¿Estaba el movimiento armado preparado para recibir el trato que le está dando el Estado una vez entregó las armas?
Nosotros firmamos el acuerdo y sabíamos que iba a ser muy difícil y complicada la implementación en la medida en que conocemos perfectamente la clase a la cual le hemos estado enfrentados por más de 50 años.
De manera que no nos sorprende estas dificultades, estamos convencidos, como lo dije anteriormente, que tiene que ser la unidad y la lucha la que termine imponiéndole la paz, porque, digamos, de buena fe y a buena voluntad de la clase dominante no se va a lograr.
Obviamente, que hubiésemos querido – por ejemplo – un mayor compromiso del Estado en términos de la reincorporación socio económico de los ex guerrilleros en las zonas. De todas maneras, acudiendo a todos los medios y los recursos en el marco de la normatividad vigente, vamos a dar la pelea porque el Estado finalmente cumpla esos compromisos. Aspiramos también a que juegue un papel importante en esa presión la comunidad internacional. Ese es el escenario.
Quiero reafirmar la idea que es una equivocación creer que simplemente por la firma del Estado, va a cumplir. La experiencia histórica demuestra que lo que los pueblos no conquisten en la lucha, las clases dominantes no se lo van a dar.
- ¿Cómo esperaría usted que fuera la respuesta del pueblo colombiano?
Nosotros consideramos que, realmente, aunque en momentos críticos como sucedió el 2 de octubre de 2016, luego del resultado del plebiscito, se volcó mayoritariamente la juventud y otros sectores a las calles a impedir que se frustrara el acuerdo de la Habana, pero también lo de alguna manera, se expresó en el reciente resultado electoral, que apenas unos meses de la firma del acuerdo, se genera condiciones para que surja un proceso muy importante de convergencia de fuerzas políticas que se expresaron claramente por una alternativa distinta a la de los partidos tradicionales, nos muestra que sí existen en el país, de alguna manera, de lo que ha llamado los comunistas, tradicionalmente reservas democráticas que son susceptibles de movilización en momentos trascendentales de la vida de la nación, y por lo tanto, esperamos que esas fuerzas se expresen con mayor contundencia y mayor claridad en la disputa que se nos plantea a partir de Iván Duque, para impedir que se cumplan esos deseos de los sectores más retardatarios de impedir la consolidación de la paz estable y duradera.
- ¿Qué destacar del gobierno Santos y qué expectativas del gobierno de Iván Duque Márquez?
Del gobierno que se fue, indudablemente, la decisión y la persistencia del presidente Santos de firmar la paz. Más allá, de las obvias diferencias, mantuvimos acerca de los alcances que debería tener el proceso, de su falta de voluntad política para lograr una implementación más adecuada de los acuerdos.
Yo creo que se le debe abonar todo el país y seguramente las futuras generaciones lo irán a hacer, es su decisión política de firmar la paz con la guerrilla más antigua del continente.
Y, respecto a las expectativas con el gobierno de Iván Duque, nosotros creemos que no va a poder cumplir esa pretensión de hacer trizas los acuerdos. En el día de ayer (Agosto 16), se conoció un pronunciamiento muy importante de la Corte Constitucional, donde de alguna manera, avala lo fundamental de la normatividad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), reversando incluso, cambios que le habían hecho durante su tránsito por el Congreso.
Ese hecho nos demuestra que, sí es posible un escenario en el cual se pueda entrar a disputar el cumplimiento de los acuerdos tal cual están redactados. Ese es el reto y compromiso que tenemos. Creemos que el gobierno seguramente de Iván Duque, obedeciendo a los sectores políticos que lo eligieron, se va a ver muy presionado para tratar de reversar lo avanzado. Pero, también lo que está demostrado es que hay en Colombia unas fuerzas lo suficientemente capaces de impedir que eso se pueda realizar.
- ¿Qué va a hacer la bancada de las Farc en el Parlamento colombiano?
Nosotros, desde el propio 20 de julio, cuando nos posesionamos, logramos llegar a acuerdos con las fuerzas que hemos denominado: “La convergencia por la vida, la paz y la democracia”, que unifica a los Verdes, la lista de los decentes, que estuvieron apoyando la candidatura de la Colombia Humana, también el Polo Democrático Alternativo, MAIS, y obviamente, las Farc, presentamos un primer paquete de proyectos de catorce iniciativas. Posteriormente, agregamos otra que se refiere a la prohibición del fracking.
Dentro de esos proyectos podemos destacar la presentación nuevamente del proyecto de las circunscripciones especiales de paz, el reconocimiento de los campesinos como sujetos especiales de derecho, la condonación de las deudas del ICETEX, la reforma a la ley de víctimas, una reforma al sistema de pensiones, donde se reducen las cotizaciones y se aumenta las mesadas para los pensionados.
De manera que, vamos a estar trabajando desde el congreso de la república, buscando consolidar una fuerza de convergencia, que no solamente haga oposición, sino que se convierta realmente en alternativa para un próximo gobierno.
Esa es la perspectiva. Nosotros aspiramos a que esa convergencia de fuerzas en el congreso se pueda extender al conjunto del campo y de las luchas populares. Es decir, que no se quede solamente en el congreso, y en ese sentido, la semana pasada mantuvimos una reunión en la que decidimos que vamos a comenzar a recorrer conjuntamente el país buscando la unidad de todos los sectores.
- ¿Cómo viene asumiendo la ex guerrillerada de base este nuevo escenario y momento político?
Nosotros vamos a realizar a fin de este mes un pleno del Consejo Nacional de los Comunes, en el que vamos a hacer un análisis pormenorizado de la situación. Hace algunos meses, cuatro o cinco meses, hicimos un encuentro nacional de delegados de todos los espacios territoriales que existen en el país; en este momento los 26 iniciales, pero que se han aumentado con los nuevos asentamientos a 50 lugares donde se encuentran distintos colectivos ex guerrilleros trabajando.
Obviamente, hay mucho malestar por el incumplimiento del gobierno, pero así mismo, hay el convencimiento de que, mientras nos mantengamos unidos, mientras continuemos trabajando por generar unas bases que garanticen de alguna manera la reincorporación socio económico, vamos a poder salir adelante.
La característica del combatiente nuestro es que es un hombre, una mujer, sumamente trabajadores, que estamos convencidos que el paso que dimos, que definimos en la décima conferencia y posteriormente, en el Congreso constitutivo del Partido, es lo acertado y por eso creemos que, a pesar de la situación tan dura que hay en las zonas, la inmensa mayoría de los integrantes del Partido Farc, en este momento, que anteriormente estuvimos en armas, nos mantenemos por la defensa de lo que pactamos y las necesidades de seguir profundizando esta implementación.
- Se especula sobre una posible división de las Farc, en la que una ala la estaría liderando el ex comandante Iván Márquez y la otra el ex comandante Timoleón Jiménez. ¿Qué hay de cierto?
Nosotros, como todos los partidos, obviamente, tenemos distintas apreciaciones frente a los fenómenos de la realidad política. Eso es apenas normal y máxime en un partido revolucionario que tiene un método democrático de discusión y de elaboración de la política.
De manera que no se puede entender que esas diferencias puedan denominarse como una división; un factor que ha generado, precisamente, esas diferencias de apreciación, es cómo enfrentar este tema de la reincorporación, porque consideramos nosotros que no se puede en un partido político que pretende la disputa del poder, no puede quedarse simplemente en las lamentaciones y los reclamos.
Nosotros tenemos que ir más allá de la visión que hace relación a la paz, Colombia está necesitando y está pidiendo que desde las fuerzas alternativas se le hagan propuestas de país, que se hagan formulaciones que busquen llevar a la sociedad colombiana a un proceso más avanzado de Democracia, de desarrollo económico, de inclusión social, de desarrollo y de progreso, si se quiere.
De manera que, un poco la discusión interna que hemos tenido es frente a cómo debemos enfocar estas dificultades, si debemos quedarnos simplemente en los reclamos y en las lamentaciones o es necesario que el partido tome también la iniciativa y comience, no solamente, a tratar de generar un movimiento y una corriente mayoritaria en función de la implementación de los acuerdos, sino también de generar unas propuestas de país que muestren a una fuerza alternativa en capacidad de asumir, entre otras, el poder local, el poder regional, en las próximas elecciones de 2019, que es de alguna manera, el reto inmediato que tenemos al lado de estar al frente y acompañando a los distintos sectores que en estos momentos, en todo el territorio nacional, se movilizan por distintas luchas y reivindicaciones.
- ¿Cómo analiza usted la decisión del ex comandante Iván Márquez de no posesionarse como senador de la república e incluso, el mismo caso del ex comandante Jesús Santrich?
Nosotros consideramos que cuando la dirección de las Farc y la conferencia ratificó un camino, lo decidió de manera colectiva y por eso consideramos que las decisiones que se tomen deben ser de carácter colectivo. Por eso, de alguna manera, consideramos que la decisión del camarada Iván, que desde luego, es muy respetable y comprensible, debió haberse consultado con la dirección del Partido, como ha sido lo tradicional dentro de nosotros.
El caso de Jesús Santrich es distinto. Se trata, obviamente, de una decisión del gobierno norteamericano de interferir el desarrollo del proceso de paz, por la vía de lucrar a un dirigente muy destacado de Farc, uno de los protagonistas fundamentales del proceso, en un montaje, dirigido indudablemente, a tratar de golpear el proceso de paz. Por lo tanto, allí, nosotros tenemos una posición clara de rechazo y de denuncia. Debido a eso, el Partido ha mantenido firme la decisión de que Jesús Santrich debe ser posesionado como congresista.
- ¿No será que el ex comandante Iván Márquez teme que corra la misma suerte que está corriendo el ex comandante Jesús Santrich?
Pues, seguramente, ese hecho generó mucha zozobra, incredulidad, en muchos integrantes del Partido en este momento, pero repito, todas esas decisiones deben ser colectivas. Es un riesgo que asumimos y que colectivamente debemos enfrentar.
- ¿Qué llamado le haría usted a la comunidad tolimense y colombiana desde la ciudad de Ibagué?
El llamado que hacemos nosotros al pueblo tolimense y al conjunto de la sociedad colombiana, es a que se entienda que el conjunto de los acuerdos no fueron construidos para beneficiar a las Farc. Es un acuerdo que beneficia al conjunto de la sociedad, y por lo tanto, su defensa, la lucha por su implementación cabal, corresponde al conjunto de la sociedad colombiana.
De manera que la invitación es a organizarse, a luchar, a movilizarse, en defensa de la paz, que es patrimonio del conjunto de la nación.
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