viernes, 31 de agosto de 2018

Caso alcalde Ibagué: Pájaros tirándole a las escopeta


Por Nelson Lombana Silva

Como que ya nada es insólito en Colombia. Mientras la justicia asienta todo el acelerador contra los funcionarios públicos honestos, trabajadores y transparentes, se hace la de la vista gorda en hechos tan comunes como la corrupción y el despilfarro del erario público. Cálculos conservadores señalan que anualmente se pierde en Colombia 52 billones de pesos por este concepto.


Sin embargo, pareciera que eso sí no le llamara la atención a los avezados cuerpos investigativos con que cuenta la república de Colombia. Hay de quien se robe una gallina por necesidad. Todas las íes caen al instante como en fuente ovejuna.

Pues bien, el alcalde de la ciudad de Ibagué (Tolima), médico Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, compareció el 30 de agosto, ante el juez segundo penal municipal para ser imputado cargo en su contra, por el presunto delito de celebración indebida del contrato sobre el alumbrado público navideño 2016, por la suma de 1.600 millones de pesos.

El mandatario asistió cumplidamente al palacio de justicia en medio de centenares y centenares de ibaguereños que no dudaron en volcarse a la calle en solidaridad con el mandatario.

Los que sí han robado el erario público en esta región de Colombia, durante largas y angustiosas décadas, tuvieron abiertos los micrófonos para hablar de moralidad y condenar al mandatario municipal sin juicio previo. Como quien dice: Los pájaros tirándole a las escopetas. Esto solo se da en el sistema capitalista.

Lo cierto es que no hay en este contrato ni la más remota posibilidad de corrupción que dijera el mandatario se quedó con la “mordida” o la “coima”. Simplemente al parecer, se le pretende castigar por decisiones procedimentales.

Cabe perfectamente lo dicho por Echandía: Se puede meter las patas, pero no las manos golosas. El mismo mandatario lo ha dicho con absoluta claridad: “Yo soy médico, no abogado”. Aunque esto no lo exime de su responsabilidad como alcalde, da tranquilidad a la ciudad, pues no está en este embrollo por corrupto, sino por un simple error, quizás una mala asesoría en un momento determinado.

Varios ciudadanos espontáneos que fueron a manifestar su apoyo al mandatario. Foto: Archivo particular 
Eso lo ha entendido el pueblo ibaguereño. Por eso, se volcó a brindar su solidaridad y criticar la postura de la Fiscalía, como ente investigador e imputador del presunto delito.

Todo indicaría que esto tiene más de fondo politiquero que judicial. Ojalá, brille la justicia en derecho y el alcalde pueda continuar tranquilamente su administración. No más falsos positivos, pide el pueblo ibaguereño.



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