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Ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez .Foto: Internet |
Por Agamenón
Todo indicaría que la cuenta regresiva ha comenzado para el criminal mafioso y ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez. Nadie más que él sabedor del prontuario delictivo desde que ejerciera la dirección de la aeronáutica civil, cuando al parecer colocó todo su poder al servicio del temible Pablo Escobar Gaviria, los Ochoa y sus secuaces, construyendo pistas clandestinas para sacar del país la pasta de cocaína.
Acorralado y temeroso, bien parece una fiera recién atrapada, dispuesta a todo, menos a hacer el bien. La violencia ha sido su especialidad, no tiene hígados para cometer los más horrendos crímenes, caso de los 6402 falsos positivos, las más de 500 víctimas de la Escombrera en la comuna trece de Medellín, solo para colocar un par de ejemplos. Cuántas personas han muerto en la cárcel por supuestos paros cardiacos y envenenamientos. No hay dudas, estamos ante un monstruo disfrazado de humano.
El proceso que se le sigue por los presuntos delitos de soborno, soborno en acción penal y fraude procesal, lo tiene al borde del colapso. A pesar del crudo mamagallismo, propio de un confeso criminal, el juicio avanza con mucha dificultad, pero avanza. El señor de las sombras, mueve hilos invisibles con angustia y desespero, no descarta cualquier posibilidad por remota, estúpida y criminal que sea.
Ayer, por ejemplo, la bancada de víctimas caso Uribe, denunció presunta intimidación contra el declarante Uribe, fiera acorralada intimida declarante la bancada puso en conocimiento del INPEC, la anomalía muy grave: Un grupo de guardianes irrumpió violentamente en la celda, golpeándole las manos con el fin de entrar a ésta, a buscar fotografías que fueron publicadas en los medios, hace aproximadamente dos años. No contento con eso, dichos guardianes decomisaron los medicamentos al parecer sin explicación alguna. Se sabe que Juan Guillermo Monsalve, sufrió preinfarto, está delicado de salud y necesita al parecer dichos medicamentos.
El denuncio causó revuelo en las redes sociales, mientras los medios de comunicación masivos, guardaron silencio pusilánime y bien podría decirse, cómplice. No hay que hacer grandes elucubraciones para saber quien está detrás de esto y con qué fines.
El pueblo no puede quedarse de manos cruzadas y de simple espectador, se debería provocar una movilización nacional en dirección de respaldar a la jueza que lleva el caso, la justicia y la solidaridad con el senador Cepeda y todas las víctimas directas de este forajido avalado por los Estados Unidos y la pútrida oligarquía liberal-conservadora. No se puede avalar el vencimiento de términos como lo quiere la derecha y la extrema derecha. No más impunidad, que brille la justicia por fin en Colombia, como lo plantean, el presidente del cambio, Gustavo Petro Urrego y la vicepresidenta Francia Márquez.
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