Posesión Presidencial Nicolás Maduro Moros en Venezuela 2025. Foto: Makro Digital |
Por Nelson Lombana Silva
Con entusiasmo y camaradería, el presidente reelegido, Nicolás Maduro Moros, se posesionó para un nuevo período en la hermana República Bolivariana de Venezuela, con la presencia alegre del pueblo en las calles y centenares de delegaciones del mundo. El escenario fue multicolor, firme y combatiente.
La esperanza de que el proceso revolucionario se consolide y se profundice en la hermana república bolivariano, movió a millones de seres humanos en todo el planeta, quienes estuvieron muy pendientes del desarrollo de los acontecimientos que antecedió a la posición.
El zafarrancho que armó los Estados Unidos con la cruel e inhumana burguesía mantuana, no pudieron opacar la fiesta llena de colorido y esperanza que pudimos apreciar a través de los medios alternativos de comunicación, especialmente Telesur y el esfuerzo de Luis Alfonso Mena, periodista del Valle.
La decisión del presidente Gustavo Petro Urrego de no asistir, dejó un sabor amargo, se alineó al coro de la extrema derecha en cuanto a que la reelección del mandatario suramericano habría sido fraudulenta y se estaría violando supuestamente los derechos humanos a la mal llamada oposición. No tuvo empacho en unirse al coro de la derecha y extrema derecha a través de sus masivos medios de desinformación.
Al parecer, toda la parafernalia apuntaba a descalificar el hecho histórico, el proceso que se viene desarrollando allí y favorecer de plano las ambiciones avaras de la gran oligarquía de regresar al gobierno. Por su parte, Estados Unidos el interés de apoderarse del petróleo a precios irrisorios como venía sucediendo cuando la derecha estaba en el poder. Solo eso le interesa al imperialismo. Qué le va a interesar los derechos humanos. Es solo hipocresía al referirse a ellos, si los principales violadores son ellos en todo el planeta donde tienen influencia. ¿No están apoyando el Sionismo de Israel contra Palestina y la Franja de Gaza? Sería demasiado ingenuo pensar que a Estados Unidos le interesa los Derechos Humanos en la República Bolivariana de Venezuela.
La oligarquía colombiana, huérfana del gobierno nacional, montó severo show mediático, tratando de sacar dividendos. Pero, una vez más, el tiro le salió por la culata. La fuerza formidable del proceso revolucionario en cada ciudadano fue mucho más fuerte y consolidado. Las manecillas del reloj siguen su marcha hacia adelante, hacia el puerto venturoso de los cambios sociales, económicos y políticos. La lucha de clases es intensa, histórica y emocionante, un mundo que está naciendo, resulta bastante halagüeño, en contra del querer del imperialismo norteamericano.
Hay que rodear este proceso de la gran patria de Bolívar y el general José Antonio Anzoátegui, héroes que soñaron y lucharon por la libertad y la justicia social, como también lo hizo con tenacidad el comandante Hugo Chávez y tantos mártires más. Hay que abogar porque las contradicciones internas se resuelvan en ese mismo escenario, sin injerencia de ninguna naturaleza. No podemos calificar y criticar por criticar, facilitándole el trabajo al enemigo de clase.
Viva la República Bolivariana de Venezuela, Viva el presidente Nicolás Maduro Moros, viva el Socialismo. ¡Paso de vencedores…!
Anzoátegui, enero 12 de 2024
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