Casco urbano de la Herrera, Rioblanco, Tolima. Foto: Carol Sánchez. |
Militares acantonados en el histórico corregimiento de la Herrera, municipio de Rioblanco (Tolima), estarían abiertamente apoyando multinacional y amenazando la resistencia campesina que se viene consolidando en el marco de la defensa del medio ambiente. Hay un pacto escrito de junio 2 de 2018, en el que los campesinos de la vasta zona rechazan la presencia de esta multinacional. Igualmente, adelantaron por esta fecha un paro con ese mismo propósito.
En tono amenazante contra el hombre del agro al parecer se viene pronunciando la subestación de este corregimiento, en cabeza del subteniente de apellido Garzón, quien al parecer ha indicado que no va a permitir las acciones de protección que la comunidad viene realizando. La comunidad presume que los citados militares se colocan de esta manera, automáticamente, al servicio de dicha multinacional, ante lo cual los campesinos organizados no están dispuestos a aceptar esta política del gobierno de defender las multinacionales que llegan al país a robarse los recursos naturales y a deteriorar el medio ambiente.
La denuncia fue hecha por el Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Tolima (SINTRAGRITOL), durante asamblea realizada el 5 de enero de 2019, en el municipio de Chaparral (Tolima). El Sindicato en su asamblea realizada en esta fecha, “aprobó denunciar ante la opinión pública, dos hechos que se consideran violatorios a los derechos de las comunidades de Herrera del municipio de Rioblanco, ya que en el sitio llamado El Páramo del Meridiano, el Grupo de energía de Bogotá desarrolla un contrato a una empresa Multi Latina que a juicio de las comunidades de la región, es una intervención que genera destrucción del medio ambiente”.
Agrega la declaración del sindicato: “Es inaceptable que las fuerzas militares se presten para amenazar a la comunidad, cuando deberían estar es para protegerla; porque el comandante de la subestación subteniente Garzón, ha expresado que no va a permitir las acciones de protección que la comunidad viene realizando, es decir, aspira a ponerse al servicio de las multinacionales y las comunidades no están dispuestas a aceptarlo, como lo demuestra el compromiso escrito que se hizo el 2 de junio de 2018, cuando las comunidades realizaron un paro en contra de estas acciones, ya que la empresa Grupo de energía de Bogotá, se comprometió a presentar en una mesa regional los permisos y las autorizaciones de nuestros entes departamentales y nacionales, para tal efecto y hasta la fecha, no ha cumplido”.
En esas condiciones, SINTRAGRITOL, no solo se solidariza con la lucha de la comunidad de esta sección del departamento, sino que llama a la comunidad de Chaparral a cerrar filas de unidad con los habitantes de este distante y abandonado corregimiento tolimense.
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