Doctor Rafael Aguja Sanabria. Foto Nelosi |
El conocido abogado penalista oriundo de la dulce Coyaima indiana, Rafael Aguja Sanabria, no ahorra epítetos al destacar la personalidad del reciente fallecido primer alcalde comunista en Colombia, José Nelson Tovar Rojas. Es enfático al decir: “Fue totalmente honesto”.
Aguja Sanabria destaca con amplitud la obra de gobierno, no solo siendo alcalde de Coyaima en dos oportunidades, sino también siendo secretario de agricultura del departamento. En estos cargos como en sus demás actuaciones públicas brilló por la transparencia cristalina e inmaculada. Se identifica plenamente con la afirmación dicha el día de su funeral de que entró pobre a la alcaldía y salió pobre.
Según Rafael Aguja Sanabria, qué distante fue la conducta del primer alcalde comunista de Colombia, de la gran mayoría de los que hoy llegan a esas posiciones en el país. No hay punto de comparación.
José Nelson Tovar Rojas, recuerda el doctor Rafael Aguja Sanabria, fue a la cárcel pero no por ladrón, sino por los consabidos montajes de la extrema derecha acusándolo de pertenecer a la guerrilla o simplemente, ser simpatizante. Montaje que cayó estrepitosamente, como tantos en el marco de lo que se ha solido llamar genéricamente “falsos positivos”.
En esta entrevista, el doctor y compañero Aguja Sanabria, presenta facetas importantes de su paisano que ayuda a dimensionar su personalidad, su obra y su formación política de lo que es realmente la esencia de la izquierda y una persona comprometida con la lucha revolucionaria.
Aguja Sanabria conoció a José Nelson Tovar Rojas en dos momentos bien diferentes: Primero como contendor político y después como compañero de causa. En esos dos momentos, Aguja Sanabria señala que lo más destacado fue la forma decente y equilibrada como manejó José Nelson esos dos momentos disímiles.
La entrevista concedida a la página web: www.pacocol.org es la siguiente:
- Doctor Rafael Aguja Sanabria: ¿Cómo llegó usted a conocer al compañero José Nelson Tovar Rojas?
Precisamente nos conocimos cuando yo recién salido de ejercer la profesión visitaba con mucha frecuencia a Coyaima, prácticamente lo hacía semanalmente y él era militante de una fracción de lo que se conoció como la Alianza Nacional Popular (Anapo) y teníamos enfrentamientos de carácter ideológico y político.
Esto, lejos de separarnos por el contrario, nos complementó y cada vez hicimos más y más amistad y al formar la Unión Nacional de Oposición (UNO), a principios de los años 70s, él ingresó formalmente a la UNO y de ahí en adelante fue consecuente con la lucha del pueblo de Coyaima, a tal punto que cuando salió elegido alcalde por voto directo nuevamente pasó también a la historia como el primer alcalde elegido por voluntad popular.
Se preocupó por una cantidad de cosas que parecían imposibles de solucionar en Coyaima: Primero, impulsó lo que se ha conocido como el Triángulo del Sur del Tolima, obra que todavía no ha sido terminada, pero que José Nelson fue un gran impulsor. Segundo, impulsó la electrificación rural; era su sueño que cada casa campesina e indígena tuviera el fluido eléctrico. Tercero, se preocupó por los acueductos veredales. Cuarto, se preocupó por la sanidad de las personas que vivían en el campo construyendo letrinas para que se depositaran allí los desechos humanos.
De manera que todo eso adornado a que procuró, igualmente, las vías veredales, no solamente haciéndole el mantenimiento a las existentes sino construyendo nuevas y programas que casi no se notan. Por ejemplo, la reforestación de las quebradas y los riachuelos de Coyaima. Y, una preocupación remota que no sé si alcanzaría a realizar o no algún problema que era evitar el avance del desierto de la Tatacoa sobre los terrenos rurales de este municipio del sur del Tolima.
Fue una administración municipal no solamente pulcra, sino que se hizo a la luz del día con la participación del pueblo y especialmente de las comunidades indígenas. Esto le valió que al volverse a presentar como candidato a la alcaldía, el pueblo de Coyaima lo eligiera para un segundo mandato.
Siempre llevó una vida honesta, a tal punto que cuando Guillermo Alfonso Jaramillo salió elegido gobernador del departamento del Tolima, lo trajo como su secretario de agricultura, y estando como secretario de agricultura la derecha extrema de este país no le perdonaba el haber sido el primer alcalde de izquierda y algunos lo califican yendo más allá: El primer alcalde Comunista de Colombia.
Lo hostigaron tanto que finalmente lo hicieron poner preso por la acusación del delito de rebelión y después de que ese proceso dio la vuelta fue a terminar al juzgado penal del circuito del municipio de El Guamo, en donde el juez de ese entonces, con buen criterio y aplicando la ley, encontró que nunca había quebrantado el ordenamiento jurídico vigente en Colombia y lo absolvió, como absolvió a los demás acusados, lo limpió de que no era ningún delincuente, pero la acusación que se le hizo era por un delito político y no las acusaciones que recogen los alcaldes hoy en día que son por otras cosas muy feas por lo demás.
- Es decir, doctor Aguja Sanabria: ¿Cuándo usted conoció al compañero José Nelson Tovar Rojas, usted era del Partido Comunista y él de la Anapo?
Cuando tuvimos el primer contacto, que fue una campaña electoral precisamente, él encabezaba una fracción de la Anapo, que no alcanzó para que fuera elegido concejal, mientras que la parte de la izquierda que manejaba el movimiento indígena en Coyaima, llegó a tener hasta (por lo menos que yo recuerde) hasta tres alcaldes en una oportunidad.
Entonces adhirió al movimiento de los indígenas liderados por la izquierda y desde entonces, fue muy consecuente con el ideario que luego hizo parte de la Unión Patriótica y que hoy, de una u otra manera, está sirviendo como línea para que la izquierda en Colombia, finalmente, encuentre canales de unificación para que logremos conformar un frente común y único de carácter de izquierda, democrática como se dice ahora, pero firme y determinada para que se convierta en alternativa de poder. Que ese fue finalmente el sueño de Nelson Tovar Rojas.
- Cuando el gobernador Jaramillo lo nombró por decreto alcalde, el escándalo nacional fue mayúsculo. Los medios de la oligarquía lo presentaron con aspaviento como el primer alcalde Comunista en Colombia. ¿Usted como recibió este nombramiento?
Podemos decir que fue el primer alcalde comunista en Colombia de finales del siglo pasado. Fue un alcalde que se destacó por su compromiso con el pueblo.
La personalidad de Nelson Tovar Rojas, entre otras cosas, era ingeniero agrónomo egresado de la universidad del Tolima. Muy tangencialmente había tenido contactos con él en su condición de estudiante de izquierda en la universidad del Tolima, pero no habíamos compenetrado hasta cuando nos encontramos enfrentados electoralmente en el propio Coyaima.
Pero repito: Fue una persona que como lo dijo alguien en su sepelio: Entró a la alcaldía pobre y salió en idénticas condiciones. De todo se podrá decir de él, menos que se haya robado un centavo que le perteneciera al pueblo de Coyaima a través de la administración municipal.
De manera que en esto hay que ser claros, precisos y hay que hacer la diferencia. ¿Qué podemos decir en este momento? ¡Gloria a la memoria de Nelson Tovar Rojas!
- Tuvo la oportunidad de tratar a Nelson primero como contradictor político y después como miembro de la misma causa. ¿Cómo era su personalidad?
Era un profesional enraizado en el pueblo. Cuando yo lo conocí no tenía enemigos de ninguna naturaleza, fuera de los de siempre. Es decir, la extrema derecha con sus representantes de siempre. Pero de resto era una persona untada de pueblo. Donde quiera que fuera era bien recibido. No hacía distinciones entre pobres y ricos, trataba a todo el mundo con amabilidad, con tranquilidad y con pureza de espíritu. No tenía prevenciones contra nadie. Ni siquiera, ni siquiera podríamos decir que le conocimos doble vida. Claro, a él le sacaron muchas calumnias en ese sentido, pero yo personalmente siempre le conocí su familia y me encantaba verlo unido en su familia. Y algo más, ya que recuerdo: En una invasión que organizaron los de extrema derecha en Coyaima, una finca de su propiedad en la vereda El Palmar de Coyaima, que era de la cual derivaba en gran medida su sustento, pues esa finca fue invadida. Se decía que tenía que dar ejemplo de reforma agraria, principiando por reconocerles títulos a los indígenas que se la habían invadido. Otra que tenía por allá cerca de casa Verde, entre los municipios de Ataco y Planadas, esa finca la perdió porque alguien se la tomó y aprovechando las circunstancias, lo amenazaron que si volvía por allá, tendría situaciones muy desastrosas e hizo de cuenta que nunca había adquirido esas tierras.
De tal manera que fue un hombre desde el punto de vista económico, totalmente desprendido de los bienes terrenales.
- Trabajador incansable. Además, amante de sus indígenas y sus campesinos…
Eso sí fue su distinción. Esa era el ser de su existencia. Por eso cuando estuvo privado de la libertad, fue mucha la solidaridad que se recibió de parte inclusive, de sectores políticamente contrarios. Todo el mundo se quedó aterrado de que de dónde habían sacado los organismos de inteligencia del Estado la acusación de que era adherente, o miembro de las Farc o simpatizante de las Farc. Y sobre todo, amigo de comandantes de las Farc.
Era que por Coyaima, de todas maneras los comandantes de las Farc, se paseaban sin control de ninguna naturaleza. Es decir, lo hicieron posteriormente los paramilitares. Es decir, no tuvieron tampoco tropiezos con nadie y por supuesto, a él no le interesaba tanto el movimiento armado como sí el bienestar de las personas que de una u otra manera, lo apoyaban políticamente para realizar los programas sociales desde la administración pública y por supuesto, cuando habían alcaldes contrarios a su orientación política, los criticaba como era apenas normal y como ha sucedido en los últimos tiempos en el que inclusive, un pariente lejano mío, terminó como huésped de la cárcel del circuito judicial de Purificación, por haber sido alcalde y haber realizado actos contrarios a la ética y a los principios del Estado Social y Democrático de Derecho.
- ¿Quién le hizo la defensa al compañero José Nelson Tovar Rojas?
Hay dos etapas. La primera: Asumió la defensa inmediata un paisano de él. Inclusive, contrario ideológicamente. Luego, ingresé yo. Logramos primero sacarle una detención domiciliar y luego, logramos que fuera excarcelado. Se reincorporó a su trabajo como secretario de agricultura del departamento y posteriormente, se hizo la audiencia pública en el juzgado penal del circuito del Guamo, que fue repitiendo lo dicho absuelto porque la prueba demostraba que nunca se había alzado en armas para dar al traste con el gobierno de entonces y menos que con el uso de las armas se hubiera estado proclamando la extinción o la supresión de la constitución política o la reforma del ordenamiento legal vigente.
De manera en su forma de ver la vida fue un respetuoso de las instituciones y un muy convencido de que el pueblo cuando se une, puede ejercer el poder como en efecto sucedió en dos oportunidades con él en Coyaima.
- Finalmente, ¿Cuál sería el legado que deja José Nelson Tovar Rojas a las presentes y futuras generaciones?
Lo mismo que le acabo de señalar: La honestidad en el manejo del Estado, en este caso concreto, a nivel de la administración municipal de Coyaima; y en su momento a nivel de la secretaría de agricultura del departamento.
Se puede escarbar el historial de Nelson Tovar de sus dos administraciones municipales y su paso por la administración departamental y no encontrarán un solo proceso que tenga que ver con situaciones como las que se están viendo hoy y como amenazan verse respecto del señor fiscal general de la nación.
De manera que en esto fue totalmente honesto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario