miércoles, 17 de septiembre de 2025

El embeleco de la descertificación de Estados Unidos a Colombia

El Presidente Petro responde en alocución a la decisión de Trump sobre la descertificación. Foto:@infopresidencia

Por Nelson Lombana Silva

La descertificación es una especie de evaluación que los imperialistas gringos le aplican a los países que tienen problemas de producción de alucinógenos. Se ha autoproclamado Estados Unidos con el derecho de calificar la gestión de los países en la lucha contra este flagelo, cada año, apoyando con ciertos recursos económicos, que, en realidad, es una forma de intromisión en los asuntos internos de cada nación, que poco y nada tiene que ver con la colaboración entre Estados. 

Durante el gobierno liberal de Ernesto Samper Pizano fue descertificada Colombia, simple y llanamente, porque el presidente no se arrodilló completamente a los gringos como sí lo hicieron Pastrana, Gaviria, Uribe, Duque y Santos, entre otros. El cultivo creció en vastas zonas del país y el consumo en los Estados Unidos se disparó.

La descertificación en esta oportunidad era como una especie de crónica anunciada. En primer lugar, por el papel vergonzante de la derecha y extrema derecha de ir a los Estados Unidos a pedir de rodillas la descertificación, la invasión y el golpe de Estado contra el presidente Gustavo Petro Urrego. Álvaro Uribe Vélez, Efraín Cepeda, Vicky Dávila y varios alcaldes, entre otros, desfilaron por los escenarios mafiosos de los Estados Unidos, haciendo contacto con lo más reaccionario y perverso de la clase dirigente gringa, liderada por Marco Rubio y el mismo Donald Trump.

En segundo lugar, por la postura patriótica y soberana del presidente Petro. Su decisión de brindar diálogo de tú a tú, se convirtió en una afrenta para el imperio, que está acostumbrado a tratar a los presidentes colombianos de rodillas, lastimeros y limosneros. El presidente Petro tiene estatura, dignidad y patriotismo. Desde un principio le dijo a Donald Trump: Diálogo sí, pero de tú a tú.

Es el único presidente que ha tenido carácter para decirle que el principal consumidor mundial de drogas, son los Estados Unidos. Además, que el tema del narcotráfico hoy es de carácter mundial. Por lo tanto, es urgente una respuesta mundial.

La dignidad y la soberanía nacional no tienen precio, lo ha entendido el presidente del Pacto Histórico. Es así como nuestro presidente tiene respirando a Colombia con pulmones propios, lo cual tiene un inmenso valor que hay que dimensionar, porque esa postura significa patriotismo, autonomía, soberanía.

Habla el presidente Petro

Con la fuerza que dan las ideas y la autonomía que da cierta independencia, el presidente Petro señala enfáticamente: “No vamos a estar bajo el chantaje”. Agrega: “A mí no me preocupa la ayuda de Estados Unidos, somos nosotros”.

“En Colombia hay menos drogadictos que en Estados Unidos”. En esas condiciones, ¿Cuál autoridad moral de este país imperialista? Por el contrario, lo que sale a flote es su doble moral. En este país del norte no se persigue el consumo, al parecer, se vende y se compra libremente en cada calle, en cada esquina. Más bien ha sido utilizado como sofisma de distracción, en “motivo” para invadir países y hundir sus colmillos en estos países tercermundistas.

Recuerda el presidente colombiano que siendo Richard Nixon presidente, decide la guerra sobre el narcotráfico lo que desde allí hasta la fecha ha generado más de un millón de muertos latinoamericanos y el problema sigue latente. Significa que ha fracasado Estados Unidos en esta estrategia.

Ve el presidente colombiano con preocupación que la red de narcotráfico se viene extendiendo por el Europa aumentando su consumo. Igual, el Fentanilo, más dañino que la cocaína, hace furor en los Estados Unidos. En esas condiciones deplorables, se atreve a descertificar a Colombia, que ha luchado tanto y colocado tantos muertos. Durante el gobierno Petro se ha decomisado más de 870 toneladas de cocaína, el gobierno que más ha decomisado en toda la historia, no obstante, Estados Unidos decide descertificarlo. Qué paradoja. Qué infamia.

La critica coincide en señalar que la decisión obedece a un criterio político. Estados Unidos busca que regrese a Colombia los gobiernos cipayos. Es decir, gobiernos con rodilleras, dispuestos a entregar la soberanía y la dignidad nacional a cambio de nada. Hay que rodear al gobierno nacional, fortalecer el Pacto Histórico y luchar contra el analfabetismo político, para hacer que el pueblo, pueblo entienda todo este tejemaneje y pueda así asumir una posición política clara y consecuente. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario