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| Ian Manuel Sierra García. |
Por Nelson Lombana Silva
El niño estudiante de segundo grado de la escuela rural Olaya Herrera de la vereda Llanitos, perdió la vida al ser arrollado por un jeep campero de placa JK922, en el sitio La Invasión, sobre la vía que conduce al corregimiento de Villa Restrepo. La víctima respondía al nombre de Ian Manuel Sierra García. El accidente sucedió hacia las 12:30 cuando el pequeño se disponía a regresar a casa después de la jornada de estudio. Al parecer al descender de la buseta pública e intentar cruzar la carretera, fue embestido por este automotor. Fue llevado de urgencia a un centro asistencial, pero al parecer, el pequeño llegó sin signos vitales producto del violento trauma cráneo encefálico severo originado por el impacto.
La noticia tiene conmocionada a la región. Hace algunos días otro niño perdió la vida al caer al río y una joven más también murió arrollada. La vía es estrecha y bastante concurría. Son muchos los niños que a diario transitan por allí, prácticamente arriesgando a diario la vida. Un accidente que prende las alarmas y nos debe convocar a la más profunda reflexión.
La profesora Alcira Mejía Osa de esta institución y directora del grado segundo, visiblemente consternada, todavía no se explica por qué tuvo que ocurrir lo que ocurrió. “Don Nelson: Le tengo que contar una noticia muy triste: Un niño de mi grado, se fue para la casa y llegando, me lo atropelló un carro y me le quitó la vida”. Agregó: “Fue hoy (ayer) a las 12:30 del mediodía, al frente del restaurante El Peñón. Era muy lindo. Usted lo iba a querer mucho porque era un sol”.
Las dolorosas paradojas de la vida. El lunes anterior, estuvimos hora y media compartiendo temas relacionados con la lectura, en el marco de la programación de la red municipal de bibliotecas públicas de Ibagué, la secretaria de cultura y la biblioteca Cañón del Combeima de Villa Restrepo. Tuvimos la sensación que era el más pequeñito del salón. Atento y receptivo, cordial y participativo.
Expresamos nuestra más profunda solidaridad a sus padres, familiares, docentes, compañeritos y compañeritas de estudio; la partida tan temprana de Ian Manuel a la eternidad, producto de un absurdo accidente, que aspiramos nunca más se vuelva a presentar. Hay que proteger los niños de estos accidentes, por lo menos, minimizarlos al máximo. El Estado les debería garantizar mínimamente el transporte. No más niños en la calzada.
El niño estudiante de segundo grado de la escuela rural Olaya Herrera de la vereda Llanitos, perdió la vida al ser arrollado por un jeep campero de placa JK922, en el sitio La Invasión, sobre la vía que conduce al corregimiento de Villa Restrepo. La víctima respondía al nombre de Ian Manuel Sierra García. El accidente sucedió hacia las 12:30 cuando el pequeño se disponía a regresar a casa después de la jornada de estudio. Al parecer al descender de la buseta pública e intentar cruzar la carretera, fue embestido por este automotor. Fue llevado de urgencia a un centro asistencial, pero al parecer, el pequeño llegó sin signos vitales producto del violento trauma cráneo encefálico severo originado por el impacto.
La noticia tiene conmocionada a la región. Hace algunos días otro niño perdió la vida al caer al río y una joven más también murió arrollada. La vía es estrecha y bastante concurría. Son muchos los niños que a diario transitan por allí, prácticamente arriesgando a diario la vida. Un accidente que prende las alarmas y nos debe convocar a la más profunda reflexión.
La profesora Alcira Mejía Osa de esta institución y directora del grado segundo, visiblemente consternada, todavía no se explica por qué tuvo que ocurrir lo que ocurrió. “Don Nelson: Le tengo que contar una noticia muy triste: Un niño de mi grado, se fue para la casa y llegando, me lo atropelló un carro y me le quitó la vida”. Agregó: “Fue hoy (ayer) a las 12:30 del mediodía, al frente del restaurante El Peñón. Era muy lindo. Usted lo iba a querer mucho porque era un sol”.
Las dolorosas paradojas de la vida. El lunes anterior, estuvimos hora y media compartiendo temas relacionados con la lectura, en el marco de la programación de la red municipal de bibliotecas públicas de Ibagué, la secretaria de cultura y la biblioteca Cañón del Combeima de Villa Restrepo. Tuvimos la sensación que era el más pequeñito del salón. Atento y receptivo, cordial y participativo.
Expresamos nuestra más profunda solidaridad a sus padres, familiares, docentes, compañeritos y compañeritas de estudio; la partida tan temprana de Ian Manuel a la eternidad, producto de un absurdo accidente, que aspiramos nunca más se vuelva a presentar. Hay que proteger los niños de estos accidentes, por lo menos, minimizarlos al máximo. El Estado les debería garantizar mínimamente el transporte. No más niños en la calzada.
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